La jornada puso el foco en soluciones medibles, digitalizadas y escalables que mejoran la rentabilidad, la resiliencia climática y la diferenciación de la producción española.
La sostenibilidad agraria ya no se queda en la teoría. Así lo demostraron tres grupos operativos, GOS ACCESO, GO CONTROL y GOS QDPAM, que compartieron escenario en Fruit Attraction 2025 (IFEMA, Madrid) para presentar soluciones concretas que están transformando la manera de producir en España en la ponencia “Grupos Operativos y Desafíos Climáticos: 3 casos prácticos”.
El encuentro, liderado por GOS ACCESO, puso el foco en tres ejes clave: uso eficiente de recursos, adopción realista de ecorregímenes y valorización de productos diferenciados. En común, una misma premisa: la innovación debe traducirse en herramientas medibles, escalables y rentables para el agricultor. “Queremos que la sostenibilidad sea una decisión fácil para el agricultor: con datos, retorno y procedimientos claros”, señaló Javier Arizmendi Ruiz, ponente de GOS ACCESO.
Riego inteligente: cuando cada gota cuenta
La jornada arrancó con José Morán Marco, de La Unió Llauradora i Ramadera del País Valencià, quien presentó los avances del GO CONTROL, activo en Comunidad Valenciana, Castilla y León y Galicia.
El proyecto combina riego automático digitalizado, energía solar y modelos de inteligencia artificial para optimizar el uso del agua y reducir costes energéticos y huella de carbono. “Combinamos sensórica, fotovoltaica e inteligencia artificial para que cada gota caiga donde y cuando toca; así reducimos coste, huella de carbono y riesgo”, explicó. El resultado es claro: cultivos más estables y explotaciones más resilientes en un escenario climático cambiante.
Ecorregímenes con datos
El segundo turno fue para GOS ACCESO, que trabaja en Comunidad Valenciana, Extremadura y Navarra. Según explicó Javier Arizmendi Ruiz, el reto es acercar los ecorregímenes de la PAC al día a día del productor y demostrar que son viables técnica y económicamente.
El proyecto desarrolla ensayos en tomate de industria, caqui, pera y maíz, aplicando prácticas como siembra directa, cubiertas vegetales, bordes funcionales y bioestimulación. Todo ello bajo un sistema
de monitorización con sensores de humedad y un análisis multifactorial que integra biodiversidad, salud del suelo, rendimientos y costes. “Nuestro trabajo es convertir los ecorregímenes en decisiones rentables, con procedimientos claros y métricas comparables”, resumió Arizmendi, subrayando la importancia de la digitalización como herramienta para simplificar la toma de decisiones y validar los servicios ecosistémicos.
Plantas aromáticas y medicinales: diferenciación y valor añadido
La sesión se cerró con la intervención de Lorena Zájara Serrano, del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario “Extremadura” (CTAEX), que presentó los avances del GOS QDPAM.
El proyecto abarca territorios como Zaragoza, Lleida, Extremadura, Cuenca, Murcia, Andalucía y Palencia y busca garantizar calidad, diferenciar y valorizar la producción española de plantas aromáticas y medicinales (PAM).
Su hoja de ruta incluye la identificación de especies clave, la selección de genotipos más eficientes, la
introducción de nuevas técnicas de cultivo, la diferenciación frente a sintéticos y la valorización económica y ambiental de estos cultivos. “Estandarizar calidad y defender el ‘origen España’ no es un eslogan: es una herramienta comercial y de país”, subrayó Zájara.
Un mismo objetivo: innovación útil para el campo
La sesión en Fruit Attraction puso de relieve un punto en común entre los tres grupos operativos: la innovación solo tiene sentido cuando se traduce en resultados prácticos para el agricultor.
La digitalización dejó de presentarse como un fin en sí misma para mostrarse como lo que realmente es, una herramienta que permite medir y decidir mejor. Del mismo modo, la combinación de energías renovables y modelos de inteligencia artificial evidenció su capacidad para reducir costes y minimizar riesgos en explotaciones de distinto perfil.
También quedó claro que los ecorregímenes ganan eficacia cuando se diseñan y aplican adaptados a cada cultivo y territorio, lo que facilita su adopción en campo.
Y finalmente, la diferenciación de las plantas aromáticas y medicinales (PAM) apareció como una vía directa para abrir nuevas oportunidades comerciales, reforzando el valor de origen y mejorando la competitividad del sector.