El campo experimental de Simancas acogió, por primera vez por la tarde, un evento donde también se presentaron varias novedades en remolacha y maíz
KWS celebró en el campo experimental de Simancas una nueva edición de su Jornada + KWS Otoño, que por primera vez se celebró en jornada de tarde.
Para esta empresa, estas jornadas de campo son unos de sus pilares porque uno de sus objetivos es la cercanía con el agricultor. “Tanto esta, como la que celebramos en primavera tienen el propósito de mostrar nuestros productos y variedades, los problemas que van surgiendo y las soluciones que proponemos, tanto para la actualidad como para el futuro”, explicó Brescia Terra, Country Manager de España y Portugal de KWS.
Esta jornada de septiembre se centró en la remolacha, el maíz y el sorgo. “El sorgo es cultivo con mayor tolerancia a la sequía y una alternativa más para el agricultor dentro de nuestro porfolio, que tiene ahí en función del agua disponible y los precios de los mercados. Nosotros llevamos tiempo investigando y desarrollando nuevas variedades que hoy estamos presentando”, señaló Terra.
Novedades más productivas en remolacha
En la parte dedicada a remolacha KWS presentó a los asistentes varios ensayos interesantes sobre este cultivo.
El primero dedicado exclusivamente a productos de pildoración, después de la eliminación definitiva del uso de neonicotinoides, con nuevos productos para paliar el problema de la amarillez virosa.
Sin salir de la zona de remolacha, los agricultores también comprobaron las evoluciones de las variedades de remolacha Conviso® Smart, “con novedades importantes en cuanto a variedades más productivas que la generación anterior”, avanzó Javier Fuertes, Responsable de Remolacha de KWS.
La tercera parte de la zona de remolacha estuvo dedicada a otro de los grandes problemas de este cultivo como es la Cercospora. Los agricultores vieron los resultados de las nuevas variedades de altísima tolerancia como son las Cercospora +.
Unas variedades para luchar con esta problemática junto a las de la zona Conviso® Smart tolerantes a esta enfermedad.
Cinco nuevos híbridos para completar a Inteligens
Con respecto al maíz, KWS presentó su “equipo de híbridos FAO 400” para acompañar a KWS Inteligens, la variedad de más vendida y de más éxito de esta empresa alemana. “Son cinco híbridos con ciclos entre 450 y 330 que ofrecen al agricultor flexibilidad de siembra y rendimiento”, comentó Joaquín Kaspar, responsable de maíz de KWS.
Algunos ejemplos de este equipo de híbridos que pudimos ver en Simancas fueron KWS Lusitano, un ciclo 320 o KWS Mikaelo una variedad de alto potencial de rendimiento para los mejores ambientes como los que podemos encontrar en la zona de León.
KWS presentó su “equipo de híbridos FAO 400” para acompañar a KWS Inteligens la variedad de más vendida.
Otra de las novedades que pudimos ver en la zona de maíz fue KWS Hypolito, un ciclo 350 con un muy buen potencial de rendimiento, al igual que Inteligens, pero con mayor capacidad de secado.
En este área se presentó además, un ensayo de variedades de diferentes densidades para conocer a fondo cómo se comportan las variedades de KWS y ver cuál es la mejor opción de planta por hectárea en el cultivo del maíz.
Una nueva alternativa, el sorgo
Una de las novedades de esta jornada fue la zona dedicada a una nueva alternativa, el sorgo. KWS presentó a los agricultores nueve variedades de su portfolio y unas claves principales de cómo cultivarlo para tener éxito. “El sorgo necesita menos agua que el maíz y en años como los dos últimos, de escasez de precipitaciones, ha despertado mucho interés entre los agricultores. Es una alternativa para zonas con pocas precipitaciones y donde los costes de la electricidad son altos porque necesita un 30% menos de agua que un maíz”, comentó David Merino responsable de sorgo en KWS.
Dependiendo de la variedad elegida, el sorgo tiene tres usos: grano, forraje para en ensilado o biomasa. “Ofrece un abanico de posibilidades, de ahí, la diversidad genética que presentamos hoy aquí, en cuanto a grano blanco, rojo, plantas para biomasa, etc.”, explicó Merino.
Para el responsable de sorgo de KWS es un cultivo que “sabemos que sirve, con el que estamos teniendo éxito en Italia y ahora lo queremos dar a conocer y desarrollar más en España”.
La jornada se cerró con un vino español, con productos típicos de la tierra, en un ambiente distendido que coincidió con el anochecer en Simancas. Las parcelas quedaron iluminadas ofreciendo una imagen distinta y nunca vista de este campo experimental, lo que fue un broche final, a esta estupenda jornada técnica de campo.
KWS mostró a los agricultores nueve variedades de Sorgo y unas claves principales de cómo cultivarlo para tener éxito.
