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Los beneficios de apostar por una agricultura más avanzada

El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria abordó en una jornada aspectos como el suelo y la apuesta por una agricultura rentable y sostenible

El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla y León y Cantabria ofreció una jornada técnica bajo el título “Coordenadas paramétricas de la agricultura extensiva actual”. Presentada por Jesús Antonio Paradinas Ingeniero Agrónomo y colegiado esta charla profundizó en aspectos en aspectos como el suelo, la digitalización o la agricultura de precisión.

En primer lugar, intervino Pedro Palazón, CEO de IDEAGRO, una empresa independiente de investigación aplicada que tiene sede en Murcia. Palazón, que habló sobre la importancia nuestro suelo, explicó que “el 95% de lo que comemos viene directamente e indirectamente del suelo” de ahí la importancia de preservarlo. “Cada vez degradamos más nuestro suelo haciéndolo menos fértil y tenemos que darnos cuenta que, el suelo tiene memoria y efecto amortiguador”.

Para el responsable de IDEAGRO no hemos centrado más en limpiar de patógenos el suelo, los malos, pero debemos centrarnos en el resto de microrganismos como son los saprófitos, que nos dan una de cal y una de arena, y los microrganismos beneficiosos que contrarrestan los efectos de los patógenos y debemos potenciar”, aseguró.

A continuación, intervino Eusebio Miguel Antolín de la Asociación Vallisoletana de Agricultura de Conservación que explicó su modelo de Modelo de la Agricultura Avanzada. Por su interés reproducimos un resumen de la misma:

El modelo agronómico mayoritario en España y en Europa, que ha consistido en una mal llamada rotación de cultivos (cereal – cereal – barbecho) está agotado. El mal manejo agronómico se pone de manifiesto con los siguientes síntomas: aparición de resistencias en las malas hierbas, el necesario incremento en el uso de abonos y de fitosanitarios y la disminución de la producción, con suelos cada vez más pobres. Esto es hacer menos con más, cuando la clave está en todo lo contrario, hacer más con menos y a su vez aumentar la fertilidad del suelo.  A continuación, presentamos el modelo con el que esto último se puede conseguir.

En la jornada que organizó el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Castilla León y Cantabria se puso sobre la mesa un modelo junto a las herramientas más avanzadas, con un claro objetivo, producir más con menos y a su vez cuidar el medio ambiente sin bajar la productividad, más bien aumentarla.

“La Agricultura Avanzada” es un modelo agronómico real, no ficticio, que aumenta la rentabilidad de nuestras explotaciones, protege el medio ambiente y asegura la fertilidad de nuestros suelos y por ende la seguridad alimentaria de la sociedad.

El modelo que combina las técnicas agronómicas más antiguas (y comprobadas) con la tecnología más actual:

  • Rotación pura de cultivos (cereal, leguminosa, cereal, oleaginosa).
  • Agricultura de conservación (siembra directa).
  • Agricultura de precisión (VRC de semilla y fertilizante).
  • Biotecnología (empleo de microorganismos favorables al cultivo)

En nuestras explotaciones contamos con los siguientes medios de producción: maquinaria de siembra directa; fitosanitarios, semillas, abonos y suelos. Pues bien, como señalaba el gran agricultor burgalés Alejandro Tapia Peñalba, “De todos los medios de producción, el suelo ha sido, es y será, el recurso básico de toda actividad agrícola”.

Lo fundamental para conseguir una óptima gestión de la explotación es planificar una adecuada rotación de cultivos. Para su definición, debemos seleccionar adecuadamente los cultivos a implantar, encajando bien todos los aspectos complementarios que tiene cada cultivo. Una vez definida la explotación, se divide la explotación en lotes (uno por cada cultivo de la rotación), sin olvidar que es fundamental el seguimiento de los cultivos a lo largo de toda la campaña. Si bien puede haber tantas alternativas como explotaciones, es imprescindible seguir la misma filosofía.

La adecuada planificación de la rotación es capital en esta técnica de producción, alternando un año con otros cultivos de hoja ancha y de hoja estrecha, así como cultivos de invierno con cultivos de verano. Un buen diseño de la rotación diversifica riesgos económicos, facilita el control de malas hierbas, procura la extracción de nutrientes y agua a distintos perfiles, permite rebajar significativamente el uso de fitosanitarios, se evitan alelopatías y se optimiza el uso de la maquinaria al ampliar la campaña de siembra.

Una vez definida una adecuada rotación de cultivos, ya podemos plantearnos introducirnos en la agricultura de conservación, que es una técnica de producción que conjuga de manera necesaria la rotación de cultivos, el distribuir en el suelo los residuos de cosecha, la siembra directa de los cultivos, sin laboreo en el suelo, y a ser posible el abonado de fondo localizado, que permite una mayor eficiencia del abonado al estar todo muy próximo a la semilla. Con esta técnica conseguimos aumentar la productividad, pues por un lado, al no practicar laboreo disminuimos los costes, ahorrando en medios de producción (energía, maquinaria y reparaciones) y por otra parte, se mejora la estructura del suelo, pues la materia orgánica (residuos de cosecha) que se deja en la superficie evita la degradación del suelo y con el tiempo, mejora sensiblemente su textura y estructura. Todo esto es precisamente lo que buscamos: producir más con menos coste.

Una vez conseguidas todas las eficiencias que nos permiten alcanzar las técnicas descritas, es hora de abordar el siguiente paso, la agricultura de precisión. No en vano, en una explotación media, con una rotación adecuada, empleando la agricultura de conservación y  la agricultura de precisión, nos llevan  a un ahorro de semilla, fertilizante, fitosanitarios y  gasóleos entre un 12% a un 30% sobre las cantidades iniciales de estos insumos.

La agricultura de precisión más básica consiste en el control de tramos en los equipos de fertilización, siembra y tratamientos. El siguiente nivel es el empleo de rango de dosis variables (VRC Variable Rate Control), que se puede aplicar en distintas labores: siembra, fertilización, tratamientos fitosanitarios, o la integración de varias de ellas en una sola pasada (siembra + fertilización), conocida como multi-control.

Con esta técnica, dependiendo del potencial productivo de cada zona de nuestras parcelas, emplearemos la dosis exacta, tanto de semilla, fertilizante o fitosanitarios para alcanzar un óptimo de producción. Así, aquellas zonas de mayor potencial productivo recibirán mayor dosis de semilla o fertilizantes, mientras que las zonas más pobres recibirán dosis más reducidas.

A parte de los beneficios económicos, también disfrutamos de muchos beneficios medioambientales. Éstos se manifiestan en el suelo: reducción de la erosión, incremento en los niveles de materia orgánica (en los últimos veinte años pasamos de 0.4% a 2.5%) y mejora de la estructura del suelo, mayor biodiversidad e incremento de la fertilidad natural del suelo. También se aprecian beneficios en la atmósfera, como la menor cantidad de emisiones de CO2 o la fijación de carbono atmosférico. Y en el agua, observamos una menor escorrentía, menor riesgo de inundaciones, menor contaminación de aguas superficiales y subterráneas, así como mayor capacidad de retención de agua en el suelo.

Como conclusión, del buen manejo de la explotación con los sistemas propuestos, obtenemos menor coste de explotación, mayor tiempo disponible de uso de maquinaria, menor capital circulante (menor riesgo), mejor retención de agua, menor consumo de fertilizantes, mayor control de malas hierbas, menor consumo de semillas, mayor productividad, ajuste del potencial de cada tipo de suelo, menor consumo de combustible, mayor vida microbiana en el suelo, mayor vida útil de la maquinaria y en definitiva más rentabilidad.

Aunque para conseguir esos beneficiosos resultados, debemos superar algunos inconvenientes.  El primero y fundamental es vencer la resistencia a innovar, además de exigir maquinaria específica, dedicar más tiempo al seguimiento de cultivos…etc. En definitiva, más profesionalización.

Tras este agricultor palentino de Torquemada tomó la palabra, Miguel Córdoba, CEO de Greenfield Technologies, que abordó el tema de la agricultura de precisión en cultivos extensivos. Córdoba explicó que Greenfield Technologies “es una empresa de agricultura de precisión fundada en Badajoz por agricultores”. El responsable de esta empresa desgranó como con la tecnología existente y las diversas herramientas “pueden hacer más competitivas y sostenibles nuestras explotaciones”.

Por último, cerró las intervenciones, Elena Fernández, Responsable de Zona y Coordinadora Nacional Proyecto Cliente de ISAGRI, que abordó como podemos recoger, analizar y aprovechar todos los datos que conseguimos gracias a los nuevos avances. “Para con esos datos llegar a conclusiones y poder tomar decisiones que es de lo que se trata”

La jornada se cerró con una mesa redonda en la que participaron todos los ponentes.

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Periodista especializado en información agraria. #Agricultura, #Ganadería y pizcas de social media. @enripalomo en Twitter. Narrando desde @EmpresaAgraria

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