El seguro agrario se perfila como esa herramienta que, aunque no es capaz de frenar el cambio climático, sí está preparada para paliar sus consecuencias
Hoy en día, el cambio climático es una preocupación que va más allá de la inquietud que a nivel individual nos lleva a tratar de cuidar y preservar nuestro medio ambiente para generaciones futuras. La mayoría de los Estados, conscientes de esta situación, toman medidas para luchar contra las consecuencias que provoca este fenómeno. Nuestro clima se está haciendo más variable y más difícil de predecir. Cada año, comprobamos cómo los fenómenos meteorológicos adversos se suceden unos a otros, en muchas ocasiones, el siguiente peor que el anterior y muchas veces, cuando ya no deberían ocurrir.
Esta realidad climática nos está afectando y debemos reaccionar, ya que somos muy vulnerables ante el aumento progresivo de la temperatura, y nos hace más propensos a sufrir inundaciones cuando llegan las lluvias o a que se produzcan tormentas más intensas, más violentas y con peores consecuencias. Solo tenemos que hacer memoria y repasar los últimos años en los cuales hemos sufrido graves pedriscos, gotas frías en épocas del año nada habituales, nevadas y heladas históricas, récord de temperaturas altas y de valores mínimos, sin olvidar los períodos prolongados de sequía que hemos sufrido en los últimos años.
Esta inestabilidad se traduce en mucha incertidumbre para los agricultores y ganaderos que nunca saben lo que les va a deparar la meteorología. El seguro agrario se perfila como esa herramienta que, aunque no es capaz de frenar el cambio climático, sí está preparada para paliar sus consecuencias sobre las diferentes explotaciones agropecuarias a las que, cada año, da cobertura.
Seguro de uva de vino
Actualmente, nos encontramos en la recta final para asegurar la próxima cosecha de uva de vino. Este seguro cuenta con coberturas frente a los riesgos de helada, pedrisco, riesgos excepcionales (fauna silvestre, incendio, inundación-lluvia torrencial, lluvia persistente y viento huracanado) y resto de adversidades climáticas. Además, en producciones con Denominación de Origen, vinos de pago y viñedo de características específicas se cubren los daños en calidad ocasionados por los riesgos de helada y pedrisco. El pasado 1 de octubre inició el periodo para contratar las modalidades de otoño.
Durante el año 2022, la meteorología está resultando muy severa para el campo, de hecho, va camino de convertirse en el de mayor indemnización de la historia del seguro agrario, con estimaciones que a día de hoy ya superan los 720 millones de euros. En el caso concreto de Castilla y León, a pesar de haber esquivado los efectos adversos del evento meteorológico más dañino que este año ha azotado al campo español, que fue la helada de los primeros días de abril, cuenta actualmente con una estimación de indemnizaciones de casi 80 millones de euros (en concreto 79,74). Esta cantidad supone un 18% más que el total de las indemnizaciones con las que se cerró 2021. Es previsible que pueda aumentar algo más, ya que, hasta que finalice el ejercicio, los seguros pecuarios seguirán generando indemnizaciones. La sequía es el riesgo que más ha incidido este año en la región, con una estimación actual de 49,5 millones de euros.
Por su parte, la uva de vino es la tercera línea con mayores indemnizaciones, roza los 4 millones de euros, cultivo en el que la sequía nos ha dejado una situación inédita en Castilla y León y es que primera vez en la región este riesgo ha causado daños en uva de vino, hemos recibido siniestros en uva de vino, alrededor de 2.000 hectáreas, lo cual no es nada habitual.
Más apoyo a los productores
Para el plan 2022 el seguro contempla algunas novedades de interés para los productores como es el aumento de los precios en la uva de vino, para viñedos incluidos dentro de D.O. y para aquellos que no cuentan con esta certificación.
Además, se refuerza el respaldo que siempre han ofrecido las Administraciones públicas al sistema de seguros agrarios a través de las subvenciones a las primas de los seguros, y es que ENESA ha aprobado el incremento en 10 puntos porcentuales de la subvención base de la prima del seguro agrario, disponible para todas las pólizas de aquellas líneas de seguro que inician su suscripción hasta el 31 de agosto de 2023.
Las próximas semanas son importantes para la seguridad con la que los productores de uva de vino afrontarán la próxima cosecha. La situación provocada por el cambio climático está confirmando año tras año la utilidad, solvencia y solidez del sistema de seguros agrarios. Los agricultores y ganaderos tienen en el seguro agrario la dosis de tranquilidad que necesitan los productores y que el año 2022 no les está otorgando.
