Entrevista a Esteban Sanz, director del Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR

“ACOR no deja de invertir en la mejora del proceso industrial y agrícola para asegurar un futuro rentable para la remolacha”

¿Qué balance agronómico nos puede hacer de la campaña de remolacha pasada?

La escasez de precipitaciones en 2017 ha marcado todo el desarrollo y recolección del cultivo. La campaña remolachera 2017/18 ha sido muy dura económicamente para el agricultor debido principalmente a las heladas tardías y a los gastos ocasionados por el sobre coste de riego. Este, además, fue suprimido a partir del 3 agosto en varias zonas de riego de canal, por lo que los agricultores afectados se han visto muy perjudicados al disminuir sustancialmente los rendimientos y obtener entre 40 y 80 t/ha.

En las comarcas que han tenido el suministro de agua sin restricciones los rendimientos han sido óptimos. De todas formas y a pesar de todos los inconvenientes citados, la producción media de remolacha tipo ha sido de 105.5 t/ha.

 ¿Qué proyectos e investigaciones están desarrollando actualmente desde su departamento para conseguir una remolacha cada vez más competitiva?

Uno de los objetivos primordiales marcados por ACOR es reducir costes a nivel agronómico e industrial. Dentro de los trabajos que anualmente viene desarrollando el Servicio Agronómico y de Cultivos de ACOR con ensayos de variedades, herbicidas, fungicidas, asesoramiento a los socios, también se mantiene la investigación conjunta sobre nutrición con universidades de la región y empresas nacionales.

Pero aún siendo estas facetas muy relevantes en el ahorro de costes del cultivo de la remolacha, el coste de riego es la partida más significativa dentro del cultivo (ronda el 30 % del total) y sobre todo si hablamos de riegos de sondeo. Por ello, y pensando en la continuidad y sostenibilidad del cultivo en las explotaciones de los socios, ACOR ha marcado como una de sus prioridades la ayuda (asesoramiento técnico y económico) al socio que desee modernizar sus sistemas de riego.

 Se acaba de publicar la tabla de variedades recomendadas de remolacha para la zona norte. Ustedes, han vivido la evolución y desarrollo las variedades de las diferentes casas, que cada año mejoran resultados. ¿Qué supone estas recomendaciones y por que es tan importante que el agricultor las valore?

Las casas que producen semilla de remolacha invierten cantidades muy importantes en la mejora genética de las variedades. El aumento de los rendimientos anuales es continuo y puede cifrase entre 2-2.5 % con respecto a la campaña anterior, eso sin contar con la resistencia que aportan contra enfermedades y plagas, por lo que generan una seguridad y sostenibilidad medioambiental encomiable evitando múltiples tratamientos fitosanitarios que de no existir estas cualidades habría que realizar.

Por tanto, es fundamental que el agricultor se beneficie de estas mejoras y para ello se realizan todos los años ensayos con las variedades más nuevas con el fin de seleccionar las mejores y que el remolachero disponga de ellas lo antes posible.

 ¿A nivel general que es lo más destacable de las variedades recomendadas este año?

En primer lugar, se seleccionan las variedades que han conseguido mejor rendimiento de azúcar por ha. Suelen ser las variedades con doble resistencia a Rizomanía y Nematodos y dentro de ellas las que tienen doble tolerancia a Rizomanía. Después aquellas con tolerancia a Rhizoctonia y a Cercospora.

Además de estos parámetros se seleccionan a la vez por la emergencia en campo donde se evalúa el poder germinativo. Y por último se analiza la calidad industrial. Este parámetro se tiene muy en cuenta a la hora de recomendar las variedades mejores.

 ACOR mantiene una política de defender al máximo la renta agraria de los agricultores de Castilla y León. Esto se traduce en un compromiso de un mínimo de 42 euros por tonelada tipo de remolacha que este año se ha elevado gracias al esfuerzo de la cooperativa hasta los 43,5€/t. ¿Es posible que la próxima campaña nos movamos en esos valores?

Después de la liberalización de las cuotas, el mercado del azúcar ha quedado libre y dependiente de la oferta y la demanda. Por tanto, el precio del azúcar es y será fluctuante y, aunque ACOR asegura a sus socios un precio de remolacha de 42 €/t hasta el 2020, la cuestión de retornos cooperativos va a depender de que el precio del azúcar consiga o no dejar beneficios.

Lo que sí es seguro es que ACOR no deja de invertir en la mejora del proceso industrial y agrícola para beneficio y estabilidad de sus socios para asegurar un futuro rentable con el cultivo de remolacha, ya que seguimos viendo que es un sostén vital de las explotaciones.

 ¿La apuesta por energías renovables y el riego solar, que desde ACOR, se esta impulsando con importantes ayudas, va ser imprescindible en cualquier explotación que quiera seguir siendo viable en un futuro muy cercano?

Dentro de las charlas que se imparten a los socios, se proporciona información sobre las bondades económicas de introducir las energías renovables en sus sistemas de riego, ya que se hace imprescindible al menos en la mayoría de las perforaciones.

ACOR está facilitando (asesorando y económicamente) el acceso a este tipo de energías y la Junta de Castilla y León también tiene líneas muy importantes de ayuda para esta modernización de los regadíos.

Dado lo trascendental que va a llegar a ser el implantar estas energías en un plazo de tiempo lo más corto posible, es de destacar la determinación de la Administración y ACOR para establecer estas y otras ayudas con ese fin.

¿Cómo puede afectar a la próxima campaña de remolacha la incertidumbre por la falta de agua dada el escaso nivel de los pantanos y los problemas de riego que hemos tenido durante todo el año pasado y al final de la campaña?

Afortunadamente las precipitaciones de nieve y lluvia acaecidas a partir del día de Reyes han mejorado sustancialmente las reservas hídricas en provincias como Avila, Segovia, Valladolid, León, Burgos y Salamanca, pero no así en Palencia donde la situación sigue siendo preocupante a estas fechas.

La Confederación Hidrográfica del Duero debería comunicar con suficiente antelación, cuáles son las comarcas afectadas por las restricciones, si las hubiera, con el fin que los agricultores puedan programar la implantación de los cultivos que más se adecuen a la dotación concedida.

 La colza, a pesar de ser un cultivo que está teniendo un crecimiento exponencial, ha tenido un año muy complicado para las de secano. ¿Desde ACOR siguen confiando en esta alternativa de cultivo tanto para secano como regadío?

La colza es uno de los cultivos de la rotación de ACOR y uno de los más rentables en nuestra región. Por consiguiente, desde la Cooperativa continúa con todo el apoyo económico y técnico que tenía hasta ahora.

Las siembras habidas este otoño pasado en parcelas, de secano o de regadío de canal, se han enfrentado a una sequía tan prolongada que muchas se han quedado sin planta o con una población que no hace viable el cultivo (28 %).

No obstante, todos aquellos afectados que tenían contratado un seguro de implantación de colza con Agroseguro han sido compensados. Además, están en situación de poder sembrar otra oleaginosa, como pueda ser el girasol, en las parcelas afectadas.

 ¿Qué ventajas tiene el apostar por este cultivo dentro de ACOR?

Es una seguridad tener contratada la colza con ACOR. Está establecido un apoyo técnico (variedades, fertilización, tratamientos, etc) para todo tipo de problemas que puedan surgir y los socios de la Sección de Aceites consiguen todos los años los mejores precios del mercado.

 ¿Y qué ventajas tiene el contratar el girasol con ACOR?

Es muy similar a las ventajas que se obtienen con la colza, teniendo el girasol, a mayores, la posible elección entre dos tipos de semilla, el girasol común y el alto oleico. Siendo este último el que más aceptación tiene en el mercado por su diferencia favorable al agricultor en precio y unos rendimientos similares al común, si se utilizan las últimas variedades que han aparecido en el mercado.

 Siguiendo la política intrínseca de ACOR de diversificar, ustedes han realizado una apuesta decidida por los trigos de fuerza como otra opción interesante para los agricultores de Castilla y León. ¿Qué últimos avances ha experimentado en esta área y que ventajas ofrecen estos trigos?

Dentro de los cereales, el trigo duro es otro cultivo con contrato en la rotación de ACOR. Tienen los socios que han sembrado este trigo en regadío un contrato con precio fijado, con la seguridad de recogida y cobro. Respecto a las variedades distribuidas entre los socios, son aquellas que en los ensayos han salido con mejor producción y calidad (proteína, peso específico y vitrosidad).

 Por último, ¿qué mensaje le gustaría mandar a los lectores de la revista?

En esta región nuestra, con un clima tan diverso y muchas veces tan extremo no deben desesperarse y plantearse el abandono los agricultores que este año han sufrido las inclemencias del tiempo. Esto ha ocurrido otras veces y gran parte de las explotaciones siguen funcionando.

La remolacha, una vez más, es un cultivo rentable y un seguro para las explotaciones de regadío. Lo fue con nuestros antepasados y lo sigue siendo ahora, máxime en años como este pasado, con heladas primaverales, sequías extremas y unos precios de los productos sin contrato, poco rentables.

Desde nuestra Cooperativa animamos a los cultivadores a seguir sembrando remolacha, a mejorar y modernizar los regadíos y a seguir asegurando una rentabilidad por hectárea con la rotación ACOR (remolacha, trigos especiales, colza y girasol) donde todos los cultivos están bajo contrato a unos precios seguros y rentables para el agricultor.