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Conrado Íscar: Saluda Navideño

Ya se está convirtiendo en una tradición que, llegadas estas fechas, Empresa Agraria me brinde la oportunidad de entrar en vuestras casas para, de su mano, desearos a todos vosotros y a vuestras familias una Feliz Navidad y un Feliz Año 2023.

La verdad es que no podemos decir que el año que se marcha haya sido un buen año para las gentes del campo. Ni para agricultores, ni para ganaderos, y, en consecuencia, tampoco un buen año para las empresas de transformación

La sequía, los altos precios de la energía y, en consecuencia, de todos los insumos que soporta la actividad agropecuaria, han hecho de 2022 uno de los peores años de los últimos tiempos, tanto para los agricultores como para los ganaderos.

La situación, es cierto, invita poco al optimismo, con un Gobierno de España que desoye sistemáticamente las demandas del sector y en el que priman los intereses de los ministerios de Transición Ecológica y Reto Demográfico y de Consumo sobre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Así, los ataques al campo son cada vez más habituales.

En esta línea, el último ataque viene del nuevo Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero para el período 2022-2027, que supone un nuevo varapalo para un sector que precisa de una apuesta clara por la extensión del regadío y la modernización de las infraestructuras existentes. Sin embargo, el nuevo Plan, que por primera vez no ha contado con el respaldo de la Mesa del Agua, sigue adelante sin aceptar ninguna de las alegaciones sustanciales presentadas. Un Plan que, entre otras cuestiones, no contempla ni un euro de nuevas inversiones en la provincia de Valladolid, algo absolutamente inaceptable.

Y junto a los ataques del Gobierno, las incertidumbres. El Año Nuevo nos traerá una nueva PAC en la que la sostenibilidad medioambiental sigue ganando peso. Incertidumbre porque, además Castilla y León va a ser la primera Comunidad Autónoma en regular las nuevas ayudas agroambientales, con objeto de poder ponerlas en marcha en el primer año del nuevo período de programación. Todo un reto.

Desde la Diputación de Valladolid queremos seguir acompañándoos y mostrar una vez nuestro apoyo al sector, en la medida de nuestras posibilidades. Creemos en la imperiosa necesidad de garantizar la viabilidad de vuestras explotaciones, porque estamos convencidos, y lo repetiré siempre, que esa viabilidad es la única manera de mantener actividad económica en nuestras zonas rurales y, con ello, poder fijar población en nuestro territorio.

No es este espacio para hablar de las diferentes líneas de colaboración que, sin tener competencias en la materia, la institución provincial está llevando a cabo para colaborar con agricultores y ganaderos, algunas de ellas novedosas, como una nueva línea de ayudas, dotada con medio millón de euros, destinada a la mejora de las condiciones de las explotaciones ubicadas en municipios de menos de 2.000 habitantes.

Pero sí quiero recordar otros aspectos importantes, como las jornadas que estamos llevando a cabo para poner en contacto a los productores con la industria transformadora, con el fin de que se conozcan y se entiendan, en una búsqueda de una mejor relación entre ambas partes. O las campañas de promoción de nuestros productos agroalimentarios de calidad, siempre a través de la marca Alimentos de Valladolid, que sirven para poner también en valor el trabajo de nuestro sector primario.

Unas campañas en las que, además de apoyar la promoción y comercialización de nuestros productos, también queremos ayudar a que la sociedad valore la responsabilidad de nuestro sector agroalimentario, a la hora de garantizar y proporcionar alimentos suficientes y con los más altos estándares de calidad alimentaria. Ese es el objetivo de Alimentos de Valladolid, una marca territorio que no para de crecer y que cuenta ya con 369 empresas adheridas y con más de 1.170 productos amparados.

Y, como siempre, quiero tener un recuerdo especial para los alcaldes y alcaldesas de todos y cada uno de nuestros municipios, muchos de ellos vinculados, por cierto, a las actividades agrícolas y ganaderas. Pero, sean o no agricultores o ganaderos, su apego a la realidad de nuestros pueblos, su preocupación por lo que afecta a sus vecinos hace que sean siempre la primera voz en llamar nuestra atención sobre los problemas que pueden afectaros, los primeros en dar la voz de alarma cuando aparecen los problemas.

Esta es la última Navidad de este mandato y, cuando llegue mayo, habrá seguro novedades en algunos municipios, bien por decisión propia, bien porque así lo decidan democráticamente los vecinos. En cualquier caso, quiero agradecer a todos su esfuerzo y su trabajo durante este mandato, sin duda el más complejo de la historia reciente de nuestro país.

Solo me queda recordar a alcaldes y alcaldesas que cuentan con todo el apoyo por parte de la Diputación en todas aquellas cuestiones que precisen, también en las relacionadas con las que afectan directamente a la actividad agropecuaria que se realiza en sus municipios.

Y a todos vosotros, lectores de Empresa Agraria, agricultores y ganaderos de la provincia de Valladolid, daros una vez más las gracias por vuestro trabajo y por vuestro compromiso para seguir haciendo de Valladolid una provincia llena de oportunidades.

 

Conrado Íscar Ordóñez. Presidente de la Diputación de Valladolid

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