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La agricultura está llena de incertidumbres y el agricultor se debate, continuamente ilusionado, entre climatología y economía

Ya está, apenas ha pasado la campaña de verano y el mes nos saluda con 40 litros. Todo el mundo que ha peinado canas en los rastrojos sabe qué significa esta cantidad de agua sobre los campos segados, e inmediatamente la Colza empieza merodear por su mente como posibilidad de alternativa. Tener un barbecho preparado al efecto sería lo adecuado, pero, ¿quién lo tiene?, ¿quién puede perder un año de su vida mareando los agregados para esta tan improbable como esperada ocasión pluviométrica?. Manos a la obra y a desempolvar la sembradora directa. No es que la colza se dé bien en siembra directa, pero lo cierto es que algunos suelos invitan a probar suerte por sus características edáficas, cuidado y estado de frescura, y si la otoñada se pone en marcha mejor que mejor para limitar las materias activas utilizando el glifosato, caldo acido en pre, ahora que todavía es posible.

Digo no muy alto que el agricultor goza puntualmente de buena fortuna, no solo porque van ya dos campañas decentes en producción, sino porque la precedente, que fue indecente en materia de valoración de productos ha sido batida por esta, más moderada, pero con unos sorprendentes números a la hora de hacer caja. Caja que hay que hay que hacerla y tenerla en tanto en cuanto los proveedores se van a encargar de reducir su contenido en la nueva campaña. La agricultura, siempre lo he dicho está llena de incertidumbres y el agricultor se debate, continuamente ilusionado, entre climatología y economía.

Tras una buena producción de cereales en la campaña de 2020 y pensando en la rotación de cultivos, muchos de nosotros hemos puesto girasol. Ya veníamos pensando en ello desde la cosechadora y, por eso dejamos, picada sobre el suelo, una ingente cantidad de restos haciendo cubierta. Nadie debía pisarla, su destino era criar cubierta verde y seres vivos a sumarse al universo orgánico. Toque en marzo con glifosato para preparar el lecho y otro en pre para dar relevo al verde con una siembra directa de girasol. La nascencia ha sido aceptable y los 20 litros de junio un regalo para subir la media por encima de los 1.000 kg/ha. Ya toca recoger y los precios, por encima de 500 eur/Tm dan tiro a favor de la oleaginosa. El alto oleico sigue sin apreciarse debidamente, rehén del canal HORECA por la falta de consumo de fritos. Me gustaría hacer una foto de la lista de precios pagados en esta campaña y colgarla como decoración. «A este precio volvería a sembrar girasol”, me dice algún amigo que otro.

Pero ahora, en puertas del otoño, llueve, y queremos que lo haga en la medida suficiente para que se pueda entrar a sembrar trigos en nuestra tierra de campos, una siembra de reja o disco pero polvorienta en todo caso.

El plan “Renove” ha ido mejor que el fugaz anterior, y más máquinas directas pasaran a manos de los agricultores, animados por las perspectivas de la nueva política agraria y sus esperados eco-esquemas. El parque de maquinaria de Agricultura de Conservación se incrementa y, si además se usara bien, no harían falta tantos insumos como en la agricultura corriente, ahora que estos no dejan de subir, por el problema Gas-energía.

En AVAC ya nos estamos planteando volver a nuestras presenciales muy deseadas últimamente.

Volvemos a empezar.

¡Buen hacer y mucha suerte para todos!

Autor: Carlos Garrachón Arias. AVAC

 

 

 

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