Bienvenido a la revista digital de Empresa Agraria
 

Entrevista a Salomé Santos, Directora del Área Agrícola de Azucarera

Cuando esta revista llegue a las manos de los lectores habrá finalizado una nueva campaña de recogida de remolacha en la Zona Norte. ¿Qué balance nos puede hacer tanto en sanidad vegetal, toneladas por hectárea y riqueza?

El cultivo este año ha tenido un buen comportamiento, en términos generales, en cuanto a sanidad vegetal. Hemos tenido algunos episodios de cercospora en algunas zonas, pero en general hemos conseguido, con buenas pautas de tratamiento, mantener una razonable sanidad vegetal. Por otro lado, este año ha sido el primer año sin neonicotinoides en las semillas, que hemos sustituido por un protocolo de tratamientos insecticidas para evitar el contagio del virus de la amarillez. El protocolo ha funcionado bien porque los episodios de amarillez han sido muy marginales.

Sin embargo, en lo que respecta a la sacarosa producida, el cultivo se ha comportado este año de forma anormal. La progresión en contenido de azúcar en la raíz era buena en septiembre, y sin embargo en algún momento esa progresión se estancó e incluso empezó a descender. Estamos estudiando las causas de este comportamiento, que podrían estar vinculadas a las altas temperaturas nocturnas durante los meses de septiembre y octubre, que provocaron una mineralización del suelo y un retroceso del cultivo a una fase de consumo de sacarosa para echar hojas, en lugar de acumular la sacarosa en la raíz. Hemos tenido medias habituales en producción de toneladas de remolacha por hectárea, pero con un menor contenido de sacarosa de lo esperado.

Es motivo de preocupación entre los remolacheros la escasez de riqueza de la remolacha entregada. Desde el departamento técnico de Azucarera, ¿a qué se achaca este descenso generalizado en la riqueza de este año?

La hipótesis más probable es que esa bajada de riqueza se haya producido como consecuencia de un cambio fisiológico en la planta, que ha entendido por las altas temperaturas nocturnas de septiembre y octubre, que todavía estaba en fase de echar hoja, y no en fase de acumular azúcar en la raíz.  Seguimos recogiendo datos en el campo y los estamos combinando con datos de las estaciones climáticas para entender bien la correlación entre estos factores y poder adoptar medidas que mitiguen este riesgo de cara al próximo año.  Estamos también trabajando desde AIMCRA con las casas de semillas para ensayar variedades menos “delicadas” y más robustas en condiciones climáticas más extremas como las que estamos padeciendo estos últimos años. Como siempre ha sucedido en este sector, frente a un problema, trabajamos para encontrar una solución que nos permita seguir avanzando.

La prohibición del uso de neonicotinoides en la semilla que se utilizó la campaña pasada, ¿cómo ha repercutido a la hora de controlar plagas como la amarillez virosa?

Como he señalado antes, guiados por AIMCRA, hemos puesto en marcha un protocolo alternativo al uso de los neonicotinoides en tiempo récord, con tratamientos insecticidas que controlasen la proliferación de los pulgones causantes de la enfermedad de la amarillez. Hemos sido muy rigurosos en la aplicación de estos tratamientos, coordinándonos muy bien con todas las empresas de servicios que trabajan con nosotros en la realización de labores en el campo y con nuestros agricultores. Afortunadamente, el protocolo ha funcionado muy bien y hemos conseguido controlar la amarillez virosa.

Desde AIMCRA realizan una labor de investigación en cuestiones de mejora genética, sanidad, fertilización, riego, etc. ¿Van a seguir apostando por la labor de este organismo?

Por supuesto. Y hoy más que nunca. Hay muchos retos que debemos abordar como el cambio climático, la eficiencia en el uso de los recursos hídricos y energéticos, la prohibición del uso de agroquímicos, o la precisión en el uso de fertilizantes. Y al mismo tiempo hay grandes oportunidades de la mano de la tecnología y del uso de nuevos productos o genéticas de variedades que debemos aprovechar. AIMCRA tiene una misión fundamental para nosotros, es el punto de encuentro entre los agricultores de Azucarera y Azucarera para trabajar en dar soluciones a los grandes retos del cultivo y aprovechar las nuevas oportunidades que da la innovación.

Centrándonos en el aspecto económico del cultivo, el precio internacional del azúcar está permitiendo a la industria ofrecer un precio atractivo al remolachero. ¿Prevén que esta situación se puede prolongar en el tiempo?

El mercado del azúcar sigue permitiéndonos ofrecer una oferta variada y atractiva a nuestros agricultores, con una rentabilidad muy interesante y mucho más alta que la de los cultivos alternativos, y una seguridad y comodidad que ya son una seña de identidad de Azucarera.

“Hemos puesto en marcha un protocolo alternativo al uso de los neonicotinoides en tiempo récord, con tratamientos insecticidas que controlasen la proliferación de los pulgones que ha funcionado bien”

Frente a la caída del precio de otros cultivos que compiten con la remolacha como el maíz, el trigo o la patata. ¿Podemos decir que en estos momentos la remolacha es uno de los cultivos rentables de Castilla y León?

Así es. El cultivo de la remolacha es en estos momentos el cultivo más rentable de Castilla y León. Pero, además, con la oferta de Azucarera, es un cultivo que da mucha seguridad al agricultor, porque le garantizamos un ingreso con independencia de las adversidades climatológicas que pueda haber, y es un cultivo cómodo, porque les facilitamos a nuestros agricultores los insumos y las empresas de servicios idóneas para hacer las labores y conseguir la máxima productividad. Sin duda, la remolacha sembrada con Azucarera debiera formar parte de la rotación de cualquier explotación de regadío de Castilla y León.

Otro de los aspectos que ha influido en las campañas pasadas para que la superficie de remolacha haya caído a mínimos históricos es el incremento de los costes de producción (semilla, fertilización, energía).  ¿En qué aspectos cree usted que el agricultor puede optimizar estos costes de producción?

Efectivamente los costes de producción se han incrementado significativamente en años anteriores, como consecuencia principalmente de la invasión rusa en Ucrania, que generó una gran crisis energética que encareció exponencialmente los costes del riego y de los fertilizantes. Afortunadamente, los costes se están moderando de nuevo, aunque siguen siendo superiores a los costes anteriores a esta crisis. En todo caso, tenemos margen de maniobra para optimizar costes, y en ello estamos trabajando. Por un lado, mediante la negociación conjunta de grandes volúmenes de insumos, como la semilla o los fertilizantes, que nos permitan tener un precio más atractivo, por otro, mediante la realización de labores de calidad en el campo, con maquinaria moderna, aplicando las dosis adecuadas de productos usando herramientas de agricultura de precisión, y ejecutando las labores en las fechas óptimas para maximizar la producción. Además, también hay margen de mejora en el uso eficiente de la energía y del agua, sustituyendo energía eléctrica o gasóleo por energía solar, y teniendo un mayor control del caudal de agua asignado al cultivo.

¿Los remolacheros están apostando por un riego más eficiente económicamente introduciendo energía fotovoltaica?

Sin duda. Hoy podemos decir que el uso de la energía fotovoltaica para el riego es una realidad muy consolidada. Y cada vez se introduce más tecnología para, no sólo abaratar el coste de la energía, sino también controlar mejor el riego para optimizarlo. Debemos seguir trabajando con fuerza en implantar en el campo todas estas mejoras.

Desde Azucarera se ofrecen dos modalidades para que el agricultor pueda contratar. ¿Se está imponiendo el modelo de cultivo compartido? ¿En qué consiste?

Ofrecemos propuestas de contratación a la medida de las necesidades del agricultor y características de su parcela. Hay agricultores que quieren comprar los insumos y hacer todas las labores del cultivo por su cuenta, a los que les ofrecemos un precio adaptado al potencial productivo de su parcela. Y hay otros agricultores que prefieren que seamos nosotros los que nos encarguemos de contratar los insumos o de buscar las empresas de servicios que realicen las labores en el campo. A estos agricultores les ofrecemos el modelo de cultivo compartido, que consiste en diseñar con él un contrato en el que establecemos quién hace qué labores o compra qué insumos, y una vez cubiertos los costes, se establece un ingreso mínimo para el agricultor y un ingreso variable que dependerá de la producción obtenida. Este modelo está creciendo cada año, especialmente en las nuevas zonas de riego modernizado, en las que el agricultor necesita ir de la mano de Azucarera para incorporarse al sector remolachero, pero también en zonas en las que no tiene sentido que cada agricultor tenga su propia maquinaria, y delegan en Azucarera la búsqueda de empresas de servicio que dispongan de maquinaria óptima para la realización de las labores.

¿Qué ventajas aporta al agricultor el contratar a través de la sociedad Agroteo?

Agroteo es la empresa, participada por Azucarera y sus remolacheros, que se ocupa del desarrollo de nuevos servicios para los agricultores. Entre otros, Agroteo ofrece la contratación de seguros a precios muy atractivos, ofrece asesoramiento para la tramitación de las ayudas, invierte en maquinaria para modernizar y mejorar la ejecución de las labores en el campo… La vocación de Agroteo es la excelencia en la prestación de los servicios que nos demandan nuestros agricultores y desde esa vocación se trabaja todos los años en incorporar nuevos servicios a su oferta. Todo agricultor que contrata con Azucarera, se puede beneficiar de ser socio de Agroteo y acceder a estos servicios.

¿En estos momentos, estaría en disposición de avanzarnos las condiciones económicas para el agricultor que contrate con Azucarera?

Este próximo año seguimos ofreciendo a todos los agricultores interesados en sembrar con nosotros condiciones igual de atractivas que las del año pasado, pero dando un paso más en el camino de dar plena seguridad sobre el ingreso al agricultor. Estamos en disposición de ofrecer al agricultor un ingreso asegurado basado en su historial productivo, o en el caso de que sea un nuevo agricultor, en el potencial productivo de su parcela. De este modo, asumimos el riesgo agronómico de que, por factores no controlables por el agricultor, no se alcance la producción de sacarosa esperada, o de que la remolacha se arranque en condiciones meteorológicamente difíciles. Esta novedad que incorporamos a nuestro modelo de contratación elimina incertidumbres para el agricultor y simplifica el cálculo de su ingreso, al estar basado en el peso del camión, sin ajustes ni descuentos.

¿Qué objetivos de superficie contratada con Azucarera se ponen para la campaña 2024-2025 en la zona Norte?

Queremos seguir creciendo. El año pasado incrementamos en un 70% nuestra superficie superando las 17.000 hectáreas, y el próximo año queremos superar la barrera de las 20.000 hectáreas.

¿Este previsible aumento de superficie, y por tanto de raíz molturada, garantiza el mantenimiento de las tres fábricas de Azucarera en Castilla y León?

Sin duda. La sostenibilidad de nuestras fábricas está garantizada y además tenemos grandes proyectos para hacerlas todavía más sostenibles. Nuestras tres fábricas tienen mucho futuro por delante.

¿Qué mensaje enviaría a un agricultor que se esté planteando sembrar remolacha por primera vez esta campaña?

Les diría que se van a sentir muy satisfechos de su decisión de sembrar remolacha con Azucarera, y que verán que una vez prueben el cultivo, querrán mantenerlo en su rotación todos los años.

No comments

Sorry, the comment form is closed at this time.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies