La organización profesional agraria incluye dos propuestas más enfocadas específicamente a mejorar la rentabilidad de los viticultores
Urge a la Consejería a actuar ante el incumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria en numerosos contratos que no cubren los costes de producción
En las últimas campañas, la situación y rentabilidad económica del sector vitivinícola de la D.O. Rueda ha sufrido un grave deterioro, especialmente en lo que concierne a las explotaciones vitícolas. La continúa bajada de precios de la uva conlleva la pérdida de rentabilidad, habiéndose alcanzado precios sensiblemente por debajo de los costes de producción. Las expectativas no son nada esperanzadoras. A pesar de la positiva evolución del mercado de vino blanco, que gana cuota respecto al mercado de vinos tintos, existe un fuerte desajuste entre la producción y la comercialización, que tardará años en equilibrarse si no se adoptan medidas que lo propicien.
El origen del problema se encuentra en la elevada superficie vitícola existente en la DO Rueda. La nefasta política de plantaciones incontroladas ha originado un potencial productivo muy por encima de su capacidad comercial, de manera que existen unos elevados excedentes de uva, sin siquiera capacidad de ser elaborados y almacenados por las bodegas acogidas, por lo que tienen que ser destinados a bodegas de fuera de la DO, principalmente de La Mancha. Debemos recordar que la superficie de viñedo ha pasado de 12.250 hectáreas en el año 2013 a 20.232 hectáreas en el año 2021, lo que supone un incremento de 8.000 hectáreas en tan solo 8 años (+65%). A mayores, debemos tener en consideración que estas plantaciones cuentan con importantes avances técnicos (material vegetal seleccionado, espalderas, riego por goteo…) y en consecuencia poseen un alto potencial productivo.
Por todo ello y con el fin de proteger la rentabilidad de las explotaciones vitícolas, ASAJA ha presentado al consejero de Agricultura y Ganadería y Desarrollo Rural, Gerardo Dueñas, un “Plan de choque” con 12 medidas para equilibrar la oferta y la demanda y dos para mejorar la rentabilidad.
La primera es “el arranque de viñedos”. Dado que el problema es de carácter estructural, la primera medida que se propone, por ser la más rápida y eficiente seria adoptar acciones tendentes a disminuir la superficie de viñedo mediante las primas de arranque, de manera a como se ha actuado en Burdeos.
La segunda medida propuesta por esta organización es la “obligación de destinar a destilación todo o parte de los excesos de rendimiento”. Estos excesos suponen que un importante volumen de vino blanco producido con las uvas con derecho a D.O se destine a otros vinos (VTCyL, vinos varietales o vinos de mesa) que hacen competencia al propio vino con DO y reducen la necesidad de compra de uva.
ASAJA también propone “una disminución temporal de los rendimientos de producción por hectárea admitidos por la D.O. como máximo el 15%”. Esta medida precisaría de un control eficiente de los excesos de rendimientos por parte de los servicios de inspección del Órgano de Control, así como su aplicación exigiría asegurar mejores precios de la uva para garantizar la rentabilidad. Esta medida debe ir acompañada de alguna de las dos medidas anteriores.
Como cuarta medida, ASAJA propone la “disminución temporal de los rendimientos de extracción mosto/uva por hectárea admitidos por la D.O”. De igual manera, deberá ajustarse el rendimiento de transformación de uva/mosto, que en la actualidad es del 72%.
Además, esta organización ha pedido al consejero de Agricultura “seguimiento y actualización anual de los costes de producción de uva en la DO Rueda por la Junta de Castilla y León” y “mayor control y seguimiento del cumplimento de la Ley de la Cadena Alimentaria”.
La séptima propuesta se refiere a “aplicar criterios de condicionalidad por parte de la Junta de Castilla y León para la concesión de determinadas ayudas a las bodegas”. ASAJA propone que las diferentes líneas de ayudas para las bodegas estén condicionadas al cumplimento de ciertos criterios, como que los precios de la uva que estas bodegas pagan a los viticultores en los contratos estén por encima de los costes de producción, o que la liquidación del precio de la uva se realice antes del 31 de diciembre.
Este “plan de choque” también contempla otras medidas como “impulsar y desarrollar la exportación de vinos y el acceso a estos mercados a las bodegas más pequeñas”; “La modificación de los rendimientos de producción en los primeros diez años” o “el autorizar el uso de la palabra verdejo en vinos de mesa, frizzantes y otros”.
ASAJA plantea “incorporar la variedad Godello para la elaboración de vinos acogidos y permitir los vinos espumosos monovarietales elaborados con la variedad Chardonnay” por la demanda del mercado”. Por último, ASAJA pide la “prohibición de plantar viñedos nuevos en todas las situaciones hasta el reequilibrio de la oferta y demanda de la uva en la DO Rueda”.
PROPUESTAS PARA DAR RESPUESTA A LA FALTA DE RENTABILIDAD
Esta organización también ha puesto encima de la mesa del consejero de Agricultura y Ganadería dos medidas para dar respuesta a la falta de rentabilidad del sector vitivinícola.
La primera concierne a la “Fecha de Validación de la cosecha”. Las decisiones adoptadas por el CRDO Rueda con relación a la fecha de validación de la cosecha se han tomado siguiendo criterios puramente económicos y suponen un abuso financiero y una transgresión de la Ley de la Cadena de la Alimentaria, que obliga al pago de la producción pasados 30 días desde su entrega.
Dado que la fecha de validación de la cosecha se viene realizando por el Consejo Regulador el día 15 de febrero, esto supone que algunos viticultores de la DO Rueda no terminan de cobrar parte del pago de la uva hasta pasados casi 6 meses desde la entrega de la uva (septiembre 2023) y 14 meses desde que empezaron a incurrir en gastos para la producción de esta cosecha (noviembre 2022).
La segunda incide en el “Factor de corrección de la vendimia mecánica frente a la vendimia manual”. La DO Rueda fue la primera denominación de origen en aplicar un factor de corrección para equiparar la vendimia mecánica con la vendimia manual. Esto se hizo previo las comprobaciones técnicas necesarias y fue recogido en su Reglamento durante muchos años. Se aplicaba un factor de corrección del 4% para equiparar ambos tipos de vendimia. Este factor ha sido reconocido y figura en numerosos pliegos de condiciones de otras denominaciones de origen, entre ellas la DOCa Rioja y la propia DO Ribera del Duero en Castilla y León.
La situación excedentaria de uva en la DO Rueda y la falta de defensa de los intereses de los viticultores en el Consejo Regulador conllevó a que este factor de corrección no haya sido incluido en las actualizaciones del Pliego de Condiciones ni en la última modificación del Reglamento de la DO Rueda. Esta omisión ha significado que muchos viticultores han dejado de computar un 4% de su producción de uva, y por lo tanto recibir un 4% de ingresos menos que lo que le debería corresponder. A cambio, el sector elaborador está obteniendo un significativo volumen de vinos con destino a la comercialización como VTCyL de manera gratuita.
Es por ello por lo que desde ASAJA se propone que, en cuanto se alcance un cierto equilibrio entre la oferta y demanda de uva, vuelva aplicarse el factor de corrección entre vendimia mecánica y vendimia manual. Incluso se propone que sea el ITACyL quien realice los estudios y comprobaciones necesarias para calcular con mayor exactitud el valor que debería ser aplicado.