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Fertinagro Biotech organiza una jornada sobre el cultivo de la alfalfa

Este evento analizó cómo conseguir mayores rendimientos y aumento de la calidad de la producción a través de un plan de fertilización integral

 Palencia acogió una jornada sobre el cultivo de la alfalfa organizada por Fertinagro Biotech. En esta charla se abordó el auge de un cultivo que dará que hablar respecto a su sostenibilidad. La alfalfa gracias a las bajas necesidades en nitrógeno y su elevada demanda desde países terceros, proporciona proteína de alta calidad a la ganadería, tanto láctea como cárnica.

José Antonio Rodríguez Castillo, gestor de productos tecnológicos en Fertinagro Biotech, explicó en primer lugar, cómo conseguir mayores rendimientos y aumento de la calidad de su producción, a través del PFI (plan de fertilización integral) donde en cada estado fenológico recomiendan la mejor opción nutricional posible, para minimizar insumos y aumentar la rentabilidad de un cultivo demandado. “Está diseñado a través de nuestro departamento de I.+D.+I., y supervisado por nuestros técnicos y técnicos de deshidratadoras, para asegurar unos óptimos resultados agronómicos y de rentabilidad”.

Desde Fertinagro Biotech, a través del PFI diseñado por nuestros técnicos en campo, “somos capaces de ofrecer una recomendación a la carta, para satisfacer las diferentes características de la zona, adaptándonos a las necesidades particulares en cada caso concreto.”

Para José Antonio Rodríguez, la alfalfa definitivamente, es un cultivo con futuro y más con una empresa líder de mercado en este cultivo como es Fertinagro Biotech, con la experiencia necesaria para aportar soluciones personalizadas. “A través de un catálogo completo, de granulados, líquidos, foliares y correccionales, ofrecemos soluciones adaptándonos a las necesidades de cada agricultor, en una zona donde esta leguminosa genera un gran interés debido a su adaptación y rentabilidad”, concluyó.

José Antonio Rodríguez Castillo

José Antonio Rodríguez Castillo.

A continuación, intervino Marcos Caballero. Responsable de I+D+i Fertinagro Biotech que habló sobre “La importancia de los microorganismos autóctonos del suelo en el cultivo de la alfalfa”. Por su interés reproducimos un resumen:

La salud y fertilidad de los suelos se define por sus componentes físico, químico y biológico, sin embargo, este último no ha sido tenido en cuenta por las técnicas de fertilización tradicionales. En la actualidad, la creciente necesidad de las sociedades por aumentar la eficiencia de las prácticas agrícolas y disminuir su impacto ambiental, unido al mayor conocimiento científico generado en las últimas décadas, pone de manifiesto la importancia de considerar adecuadamente factores como la materia orgánica y la microbiota edáfica en la fertilización de los suelos. De entre los recursos biológicos presentes en los suelos, las bacterias son responsables de procesos relacionados con la recirculación de nutrientes y de la liberación de sustancias que promueven el crecimiento vegetal o protegen frente a distintos tipos de estrés.

Un ejemplo clásico de interacción entre plantas y microorganimos del suelo es el de leguminosas como la alfalfa. En torno a la cuarta semana después de la germinación, las raíces de la alfalfa son infectadas por un rizobio, o bacteria fijadora de nitrógeno (transforma nitrógeno atmosférico en nitrógeno mineral), llamado Sinorhizobium meliloti, con la que este cultivo establece una relación simbiótica que le permite obtener todo el nitrógeno que necesita. Nuevas técnicas de secuenciación masiva de ADN permiten analizar la diversidad microbiana en el suelo y determinar la abundancia de esta y otras bacterias importantes para la nutrición de la alfalfa.

Diversos factores del suelo como su contenido en carbono orgánico, humedad, textura, pH y la actividad microbiana presente en el mismo influyen de forma importante en la abundancia de rizobios. Asimismo, es posible incrementar el aprovechamiento de recursos biológicos como los microorganismos presentes en los suelos agrícolas teniendo en cuenta sus requerimientos espaciales, nutricionales y metabólicos.

Marcos Caballero

Marcos Caballero.

En definitiva, la generación de conocimiento en relación a los microorganismos beneficiosos autóctonos de los suelos agrícolas abre la posibilidad de diseñar nuevas tecnologías que, aplicadas junto a fertilizantes y bioestimulantes, potencian su componente biológico y permiten compatibilizar una alta productividad con una mayor sostenibilidad de las prácticas agrícolas y un uso más eficiente de los recursos dedicados a la nutrición vegetal.

Nuevas tecnologías que garantizan calidad y rentabilidad en el cultivo de alfalfa

En esta jornada también intervino Rubén Miño Esteban de Semillas Fitó que habló sobre “Nuevas tecnologías que garantizan calidad y rentabilidad en el cultivo de alfalfa”. Este es un resumen de su intervención:

El objetivo principal de Semillas Fitó es solucionar las necesidades de los agricultores y ganaderos en las zonas de cultivo a través de la semilla y establecer con ellos un compromiso de proximidad y búsqueda de rentabilidad sostenida.

Semillas Fitó produce la semilla de alfalfa junto a los propios agricultores de la zona. Se hace un control en campo, se recoge la semilla en perfectas condiciones y, a continuación, se realizan los procesos de acondicionamiento y de calidad óptimos para la posterior comercialización de la semilla que, en el caso de la alfalfa, son mucho más exhaustivos de lo que marca la ley, ya que tenemos especial cuidado con el control de otras especies como la cuscuta.

Para que la semilla cumpla las expectativas de producción, ésta tiene que ser capaz de germinar en condiciones muy diversas, además de hacerlo de forma uniforme y rápida, encontrarse libre de todo tipo de enfermedades y, si es posible, resistir a los patógenos del lugar de cultivo. Hasta ahora, las metodologías clásicas utilizadas en los tests de germinación que exige la normativa no reflejaban en absoluto la realidad existente a nivel de cultivo. Por ello, Semillas Fitó ha desarrollado un control propio, el Test de Vigor Fitó (TVF®), que somete las semillas a condiciones de «estrés» térmico. Así, no sólo proporcionamos semillas que germinan en condiciones óptimas, sino que también tienen capacidad de reacción cuando las condiciones de cultivo son adversas.

La buena implantación es fundamental en el cultivo de alfalfa, que estará alrededor de cinco años en el campo. Por ello, desde el departamento de tecnología de semilla hemos desarrollado nuevos tratamientos en semilla que permiten un mejor rendimiento.

Rubén Niño

Rubén Niño.

Por ejemplo, la variedad VICTORIA FS21 es la tradicional variedad de alfalfa Victoria, pero tratada con un pildorado a base de arcilla/limo inoculado con la cepa de Rhizobium Ensinfer meliloti, rizobio exclusivo de la alfalfa y la bacteria fijadora de nitrógeno Azospirillum brasilense. Con esta tecnología conseguimos: Evitar la fertilización nitrogenada, aumentar la producción y el contenido proteico, mayor germinación, siembra más homogénea, reducción de depredación de insectos y pájaros, menor pérdida de semillas por el viento y menos rotura de semilla durante la siembra.

Gracias a la mejora genética también obtenemos nuevas variedades de alfalfa como ALTIVA, que tiene menos parada invernal y gran cantidad y calidad nutricional.

La jornada la cerró el coordinador Norte de Bayer CropScience, Ignacio Tobalina que habló sobre Proteus® O-Teq. Es un producto insecticida que contiene dos materias activas, tiacloprid y deltametrin, pertenecientes a las familias de los neonicotinoides y piretroides, respectivamente. Esta combinación permite incidir sobre las plagas en dos puntos de acción, confiriendo al producto un amplio espectro de acción y alta eficacia. Su aplicación foliar permite controlar eficazmente numerosas plagas en alfalfa como cuca negra, cuca verde, orugas y pulgones.

El insecticida Proteus® O-Teq lo aplicaremos en pulverización normal, procurando un completo recubrimiento del cultivo a tratar. En el caso de la alfalfa tendremos que efectuar un máximo de 2 aplicaciones por ciclo vegetativo, espaciadas al menos 30 días, a dosis de 0,3-0,4 L/ha.

Ignacio Tobalina

Ignacio Tobalina.

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Periodista especializado en información agraria. #Agricultura, #Ganadería y pizcas de social media. @enripalomo en Twitter. Narrando desde @EmpresaAgraria

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