Por Francisco Sanz Gaite
Mira que fastidia tener que dedicar el tiempo a comentar una situación que viene a unirse a todas las maldiciones que nos está tocando vivir estos dos, casi tres, últimos años. Maldiciones a lo grande. ¡¡No cosas sencillas no!!. Pandemia, Guerra, Energía, Inflación, Políticos, Incendios, y ahora Sequía extrema.
Busco alguna buena noticia: Covid a menos, Turismo a más. Al quite, el turismo, de mucho paro y de situaciones muy estresantes para muchos. Hablando de paro y con conocimiento de causa, aquí trabaja el que quiere, muchos prefieren vivir de ayudas y de actividades en B y no les hables de trabajo serio y legal que no es lo suyo. Un derroche más de nuestros impuestos consentido e impulsado por los políticos de turno. Pero ese no es el tema hoy.
Las imágenes que vemos este verano y pasados, de grandes incendios, unidas a las de los pantanos casi vacíos impactan a todos por la repercusión a corto y medio plazo para tanta gente, en mi caso, y por deformación profesional, me acuerdo de manera muy especial de agricultores y ganaderos y de todos aquellos que trabajan en el sector. Es verdad que la agricultura y buena parte de la ganadería es un negocio al aire libre y eso tiene sus riesgos que los “protagonistas” bien conocen y están preparados, pero cuando surgen situaciones extremas poco se puede hacer poniéndose en serio peligro no pocas explotaciones.
La sequía en España es cíclica, hemos tenido periodos muy duros, por ejemplo: ¿Sabíais que entre 1.749-1.753 se llegó a secar el rio Tormes, según los escritos que existen ¿Y que curiosamente mientras los ríos del norte se secaban se producían riadas en el Guadalquivir?
¿Sabíais que entre 1.944-1.946 ríos como el Ebro perdieron casi su caudal y el Manzanares en Madrid desapareció dejando la ciudad con importantes cortes de agua?
Ya más próxima en el tiempo, en la sequía de 1.995, los recursos hídricos bajaron al 15% provocando cortes de agua en infinidad de sitios. Madrid y País Vasco los más afectados. La situación en este momento es del 35%.
En 2.017 (bien próximo), el mes de septiembre fue el más seco del siglo, con solo 15 litros por metro cuadrado un 33% menos de la media. Castilla León y Galicia fueron las comunidades más afectadas.
Quiere decir esto, que a pesar de todo lo que se habla del cambio climático, que nadie pone en duda, sequías duras han existido en nuestro país antes de que la situación se complicara con el calentamiento del planeta.
Por lo tanto, hay que ser optimistas, como en anteriores ciclos pasará, espero no se alargue demasiado, y que cuando leáis esto, la situación haya cambiado y lleguen generosas las lluvias de otoño e invierno.
¡¡Frio no por favor!! que el HP del “Putin” cortará el grifo este invierno y nos pondrá el gas, la luz, y la calefacción, más a “cojón de mico” de lo que está. Perdón por la expresión.
Como dice la canción que llueva, que llueva… mientras, amigos, un consumo responsable ayuda mucho.
Autor: Francisco Sanz Gaite.
