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Seguro para cultivos herbáceos extensivos

Una herramienta para la gestión del riesgo con una amplia variedad de alternativas para los asegurados

España se puede considerar como un país tradicionalmente cerealista, sobre todo ciertas comunidades autónomas como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía y Cataluña, en las que gran parte de la superficie cultivada, está ocupada por cultivos herbáceos. Castilla y León es la principal zona productora de cereales en nuestro país y así queda reflejado también en los resultados del seguro agrario.

Durante la última campaña de cultivos herbáceos, agricultores de Castilla y León contrataron más de 53.000 pólizas de seguros, que dieron cobertura a una superficie de casi 2 millones de hectáreas y 8,23 millones de toneladas.

A través de la línea de cultivos herbáceos el agricultor que lo desee puede asegurar producciones de arroz, cereales de invierno, cereales de primavera, leguminosas grano y oleaginosas cuyo destino sea, exclusivamente, la obtención de grano o semilla certificada; y cuenta con coberturas frente a los daños provocados por los riesgos de pedrisco, incendio, no nascencia y no implantación, riesgos excepcionales (fauna silvestre, inundación-lluvia torrencial, lluvia persistente y viento huracanado) y resto de adversidades climáticas.

Esta herramienta de gestión del riesgo ofrece a los agricultores una amplia variedad de alternativas de aseguramiento, con diferentes niveles de garantías y coberturas, que permiten escoger la que más les convenga en base a las necesidades de su explotación y a través de las cuales podrá, además, ajustar el coste de su seguro

Actualmente es el momento para contratar lo que coloquialmente los agricultores conocen como “módulo de pedrisco” y que a efectos del seguro se llama Módulo P. Cubre los riesgos de pedrisco, incendio y riesgos excepcionales por parcela, lo que significa que en el momento en el que ocurra un siniestro, la cobertura se realiza por parcela y por lo tanto la indemnización se calculará igualmente a nivel de parcela. Además, el seguro incluye una garantía a la paja de cereales de invierno que cubre los riesgos citados anteriormente.

La línea de seguros para cultivos herbáceos extensivos cuenta con otras alternativas de aseguramiento, que son los que incluyen el riesgo de sequía (a través del denominado “resto de adversidades climáticas”) cuyo periodo de contratación se sitúa en meses de otoño. Se trata de los Módulos 1 y 2. El primero ofrece al agricultor garantías básicas frente a todos los riesgos a nivel de explotación, por lo que supone una opción más ajustada en precio para los agricultores. El módulo 2, o módulo “todo riesgo”, como lo apodan los asegurados, también tiene todos los riesgos garantizados, pero ofrece coberturas por parcela y por explotación.

Desde hace algunos años, en Agroseguro venimos notando que los fenómenos meteorológicos adversos cada vez se producen con más intensidad, más violencia y con peores consecuencias para las producciones agrícolas. De hecho, a nivel nacional, los cuatro últimos ejercicios se encuentran entre los cinco peores de la historia del seguro agrario en lo que se refiere a la siniestralidad. 2017 y 2019 fueron años de sequía y afectó sobre todo a los cereales de invierno, los pastos y el olivar. Recordamos que, en 2017 las indemnizaciones correspondientes a daños en cereales ascendieron a cerca de 230 millones de euros, lo que supuso la mayor indemnización de la historia para este riesgo y cultivo.

Por el contrario 2018 y 2020 han sido años marcados por la inestabilidad meteorológica. En el caso de 2018 el pedrisco se situó como el principal riesgo causante de daños en nuestro campo. El año 2020 resultó de una intensa actividad tormentosa, las precipitaciones acompañadas de pedrisco fueron reiteradas y dieron comienzo en fechas extremadamente tempranas. Los primeros partes de siniestros se recibieron en el mes de enero, comenzaron a ser generalizadas en el mes de marzo y continuaron sucediendo a lo largo del verano y del otoño. Al final, Castilla y León recibió 43,73 millones de euros en indemnizaciones, de los cuales, cerca de 15 millones fueron consecuencia directa de las tormentas de pedrisco.

Por su parte el año 2021 ha arrancado con una gran inestabilidad climática. La borrasca Filomena, dio paso a importantes heladas, a continuación, llegaron las tormentas de pedrisco; de nuevo, en los últimos días, se han producido heladas, en una época en la que alternamos semanas de importantes precipitaciones, con otras de tiempo más seco y cálido. Por lo tanto, las próximas semanas son decisivas para la seguridad con la que los productores afrontarán la próxima cosecha. La realidad es que en los últimos años se han alternado graves sequías, con fuertes tormentas de pedrisco o nieve a deshora, lo que ha ayudado a consolidar la utilidad, solvencia y solidez del seguro agrario para el sector.

Y es que hoy, contar con un seguro agrario puede marcar la diferencia entre perderlo todo o seguir adelante.

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