En este evento se reivindicó el papel de la semilla certificada como sinónimo de rentabilidad y competitividad
La jornada tuvo lugar en las instalaciones del ITACYL en Valladolid, contando con la presencia del Director General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias, Jorge Llorente Cachorro, que destacó la importancia de este tipo de jornadas dirigidas a informar y educar a los productores, así como mostrarles la importancia de la innovación. “En esta jornada se va a hablar de rentabilidad y de competitividad, donde la semilla certificada tiene mucho que decir” añadió el Director General.
Organizada por la iniciativa “Semilla Certificada: Recoges lo que siembras”, en la jornada también se contó con la presencia de Antonio Villarroel, Secretario General de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE), que recalcó la importancia que tiene la agricultura, en especial la cerealista, en la Comunidad de Castilla y León. Destacó que en la jornada iba a hablar principalmente de dos ejes de la semilla certificada, el primero es la innovación, elemento clave para la industria que debemos fomentar, el segundo eje es la semilla certificada como vector de esa innovación.
Tras la apertura institucional, se llevaron a cabo dos ponencias dirigidas a informar a los asistentes sobre los beneficios del uso de la semilla certificada. La primera de ellas estuvo a cargo de Antonio Villaroel, quien habló a los asistentes sobre cómo la semilla es el eje de innovación que necesita la agricultura para hacer frente a los retos que el futuro presenta. La siguiente ponencia estuvo a cargo de Pierre Casta, Director Técnico de la Cooperativa Agrícola Regional de Carrión de los Condes y trató sobre la importancia de la semilla certificada y todo lo que su uso conlleva.
Tras finalizar estas ponencias, y responder a todas las dudas de los asistentes, se realizó una visita a los campos de ensayo de la Finca de Zamadueñas (ITACYL) donde más de 200 agricultores pudieron comprobar insitu todo el trabajo que hay detrás de las semillas que utilizan para sus campos.
“Es importante que los agricultores de la región conozcan todas las bondades de la utilización de la semilla certificada, todo lo que les aporta como productores, sobre todo en la región de Castilla y León donde su uso aun no está extendido” declaró Antonio Villaroel.
Semilla Certificada: Recoges lo que siembras
En el año 2011 se firmaron los convenios de acondicionamiento de grano entre entidades ANOVE-GESLIVE (Asociación Nacional de Obtentores Vegetales y su filial para la gestión de licencias), y las entidades Cooperativas Agro-alimentarias de España, APROSE (Asociación de Productores de Semillas Selectas), ACCOE (Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España, ACML (Associació Catalana Multiplicadors Llavors) y SEMICAN (Asociación Empresarial Andaluza de Productores de Semilla Certificada). A través de este convenio, se facilita la declaración que deben realizar los agricultores que reemplean grano de variedades protegidas para siembra, a la vez que los obtentores renuncian al 50% de las cantidades que deberían ingresar por este concepto. Este 50% que no va a los obtentores, se destina a unos fondos que tienen como objetivos, fundamentalmente, el apoyo a la red GENVCE de ensayos de cereal, y a acciones de información y promoción de uso de semilla certificada.
Las entidades firmantes decidieron este año destinar una parte importante de los fondos específicos recaudados por estos convenios a dar continuidad a la campaña lanzada el año anterior para la promoción del uso de semilla certificada.
Esta campaña comprende un importante plan de medios (prensa, televisión, medios digitales y RRSS) y tiene como acción central el desarrollo de tres jornadas de campo centradas en las CCAA más relevantes en este cultivo: CyL, CLM y Aragón.
El comienzo de la cadena alimentaria y de otras cadenas de consumo, es la semilla. Tradicionalmente se tiende a olvidar y se empieza a hablar de la planta y del producto obtenido, pero antes se encuentra una etapa imprescindible que se encarga de la semilla, el único insumo imprescindible para el sostenimiento de la cadena de consumo tal como la entendemos, segura y diversa.
La semilla tiene un valor todavía no suficientemente valorado, no solo para el agricultor, sino de manera mucho más especial para el consumidor y para la sociedad en general.
La investigación y desarrollo de nuevas variedades por las empresas obtentoras ha permitido a los agricultores duplicar los rendimientos en los últimos 50 años, con un aumento de la calidad de las cosechas.
El desarrollo de nuevas variedades sólo es posible con una inversión continua en los programas de investigación. Para sostener los programas de mejora y el desarrollo de variedades es vital proteger los resultados de los trabajos de los obtentores y respetar sus derechos de propiedad intelectual. Estos son necesarios
– La reproducción o la compra de semillas o plantas ilegales, o el reempleo de granos para siembra sin aplicar los derechos de propiedad intelectual, amenazan la investigación y comprometen el futuro de nuestra agricultura.
– La utilización de material vegetal sin certificar o producido clandestinamente puede dar resultados deficientes y acarrear serios perjuicios económicos al agricultor.
– Por otro lado, la ausencia de controles sanitarios puede ser un foco de transmisión de enfermedades.
En la actualidad y para pequeños productores está autorizado el reempleo grano pagando un 40% de los derechos de propiedad intelectual.
