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Entrevista a Justino Medrano, presidente de ACOR

“La Cooperativa volverá a la senda de los beneficios este año”

¿ACOR va a seguir manteniendo los precios actuales de 42 euros por tonelada?

En la presente campaña están garantizados los 42 euros por tonelada. Mientras la PAC se mantenga en los términos actuales, también garantizamos estos precios para la campaña 2020-2021. Este año, al tener una campaña más larga, abarataremos los costes de producción y confiamos en que haya margen para dar retorno al agricultor.

 ¿Considera que para garantizar el futuro de la remolacha estas ayudas (Pago acoplado de la PAC, subvención de la Junta, PDR, etc.) se tienen que, como mínimo, consolidar o aumentar?

La industria remolachera de Castilla y León ha recibido garantías por parte de la administración regional de que va a seguir apoyando al sector. Nosotros lo supimos de mano del presidente de la Junta cuando vino a conocer nuestras instalaciones el 4 de noviembre pasado y se mostró firme al respecto. Claro que las ayudas son necesarias para ayudar al cultivo. El trabajo y la riqueza que se genera en torno a la remolacha están más que demostrados. Las zonas rurales necesitan de este cultivo para asentar población y crear empleo mediante la transformación en nuestra Comunidad.

 ¿De cara al aumento de la producción, cree que los avances en la mejora genética de la semilla son imprescindibles?

Es cierto que en los últimos años la industria en torno al cultivo de la remolacha ha mejorado mucho y se han conseguido unos rendimientos por hectárea envidiables, lo que ha convertido al agricultor de Castilla y León en la élite profesional de la remolacha. Pero es necesario seguir investigando: mejora genética, control de malas hierbas con nuevos productos más respetuosos con el medio ambiente, etc.

¿La reducción de los costes de riego pasa inevitablemente por adaptarse a las energías renovables (fotovoltaicas)?

Para mí la energía solar es clave en el riego de Castilla y León. El agricultor lo sabe, pero necesita ilusionarse con un futuro que no termina de ver claro: la incertidumbre política que adopta medidas de cara a la galería y que todo lo pinta de un “ecologismo exacerbado”: no hay una política clara del agua. Demos estabilidad con un plan claro y conciso y regulemos el agua o cerramos nuestras explotaciones de regadío y nos vamos al paro.

 En cuestión de sostenibilidad del cultivo, ¿el futuro pasa por realizar menos tratamientos fitosanitarios apoyándonos en nuevos sistemas como Conviso Smart?

Como he comentado antes, todas las mejoras son bien recibidas. El futuro está estrechamente ligado a las nuevas tecnologías y en saber adaptar nuestras explotaciones a sistemas más eficientes.

 Usted y su equipo “tomaron las riendas” de ACOR hace prácticamente un año. La casualidad ha querido que haya coincidido este tiempo con la peor campaña de la historia de la cooperativa. ¿Cuál es el estado actual financiero de ACOR?

La Cooperativa volverá a la senda de los beneficios este año. El Consejo Rector está reorganizando las áreas de negocio de la Cooperativa para impulsar su actividad en el sector agroalimentario. También tenemos que reestructurar algunas unidades de negocio y, posiblemente, deshacer algunas inversiones. Asentando los cimientos de la Cooperativa sobre una base sólida, podremos emprender nuevas líneas de negocio en nuestra tierra, nuevos proyectos más cercanos al socio y en conexión con nuestro entorno.

 En la reciente Asamblea General, los delegados autorizaron al Consejo Rector para que pudieran utilizar ciertos activos de la cooperativa para poder estabilizar la viabilidad financiera. ¿Según su criterio este es el único camino?

Sí, es uno de los recursos de los que dispone la Cooperativa.

Con la entrada del nuevo consejo rector se han producido ajustes en el organigrama directivo de la cooperativa. ¿Estos cambios repercutirán en una mayor eficiencia de la gestión?

Con el anterior Consejo Rector, las decisiones se concentraban prácticamente en una sola persona (era presidencialista).  El nuevo Consejo Rector quiere tener más puntos de vista para equivocarse menos en la toma de decisiones y, para ello, ha creado la Comisión Permanente (formada por el presidente, vicepresidente y adjunto al presidente). Esta Comisión es el puente entre la Dirección General y el Consejo Rector y, a su vez, está en contacto con el socio.

Y, como complemento, se ha creado un nuevo organigrama para que todos los responsables de área puedan tomar decisiones y estar en contacto directo con la Dirección General de la Cooperativa.

Justino Medrano junto al presidente de la junta Fernánez Mañueco

Justino Medrano junto al presidente de la junta Fernández Mañueco.

La causa principal de la entrada en pérdidas de la pasada campaña fue debida a la grave caída de los precios internacionales del azúcar por la eliminación de cuotas. ¿Cuál es la tendencia actual del precio de esta materia prima?

En la presente campaña ya se ha producido una subida de más de un 20% en los precios medios de venta del azúcar respecto al ejercicio anterior, lo que se traduce en un incremento de entre 80-90 euros por tonelada. Existen varios motivos para encarar el futuro con optimismo y que pasan por la necesaria vuelta a la normalidad en los mercados del azúcar.

 Una de las zonas regables con mayor futuro son los nuevos regadíos de León. ¿No cree usted que es una aberración traer remolacha desde esa zona hasta la azucarera de Olmedo?

Nosotros hemos abierto conversaciones para disminuir los costes de transporte y que el remolachero pueda entregar en la azucarera de la Comunidad que le resulte más próxima. En Europa ya se trabaja así. Se entrega en la fábrica más cercana, aunque se contrate con otra empresa. En Castilla y León tenemos cuatro fábricas, que además están muy bien situadas, pero este modelo de trabajo es difícil de aplicar en España.

 ¿Tiene previsto seguir en conversaciones con Azucarera para que esa remolacha se molture a maquila en la Bañeza?

La postura de Azucarera todavía está por definir. Nos reunimos una vez, pero no nos hemos vuelto a sentar. Espero que, tras una buena campaña y un repunte del precio del azúcar, se liberen tensiones para favorecer las negociaciones.

 La diversificación de negocios que se inició hace años tiene sus luces y sombras.  ¿Usted sigue manteniendo que el futuro de ACOR pasa por volver a centrase solamente en el Azúcar?

El futuro de ACOR pasa por lo que revierta en el Socio y le reporte beneficios. Ciertamente, queremos recuperar las hectáreas de remolacha que se han perdido y es una apuesta rotunda por el sector, sin dejar de buscar activamente nuevos nichos de negocio. Estamos explorando, además, alianzas con terceros, principalmente con empresas y cooperativas del sector agroalimentario de la región.

 Los agricultores de Castilla y León tienen que agradecer a ACOR la introducción del cultivo de la colza en esta región. ¿Después de estos años de adaptación al cultivo ACOR va a seguir apostando por la colza?

La colza deja buenas producciones en las explotaciones de nuestros Socios, lo que la hace muy interesante como un cultivo más en la rotación.

 El azúcar es un alimento maldito en opinión de la comunidad científica, aunque a su vez es absolutamente necesario ya que su consumo mundial aumenta año tras año. ¿Cree usted que tanto administración como industrias deberían hacer una campaña de concienciación para un consumo razonable y moderado?

En nuestro país somos deficitarios en producción de azúcar y tenemos que traerla de fuera. Para empezar, deberíamos de fomentar que el consumidor compre algo hecho aquí, como el azúcar de remolacha azucarera de los agricultores de Castilla y León. Ahora que tanto hablamos del cambio climático, es bueno recordar que deberíamos consumir más productos de cercanía evitando esa contaminación ambiental que genera el transporte: somos deficitarios en azúcar  (producimos menos de un 50% del consumo) y tenemos que importarla de Europa (Francia, Alemania, Holanda…) o en forma de caña de azúcar bruta que luego refinamos. Además, el azúcar es un buen sumidero de carbono, mejor que un bosque o una pradera: una hectárea de remolacha fija unas 40 tn. de C02.

 ¿Qué cuatro argumentos le daría usted a un agricultor para que siga sembrando remolacha?

En primer lugar, el mercado del azúcar se está recuperando porque existe un repunte en el precio, con una subida lenta, pero con una tendencia al alza.  Es un cultivo que encaja muy bien agronómicamente en la rotación de cultivos.

La desaparición de la remolacha provocaría un aumento en las siembras de otros cultivos como las patatas, las cebollas, las zanahorias o el maíz provocando una caída en el precio de los mismos. Esto es conocido como el “efecto dominó”.

Además, es un cultivo nos va a seguir aportando rentabilidad y dejando todo su valor añadido en nuestra tierra y revirtiendo al socio en forma de retorno cooperativo. Es pues un cultivo muy social que genera puestos de trabajo a su alrededor.

Por último, contamos con el apoyo decidido de la Administración Autonómica y Central. Vamos a intentar recuperar esas 25.000 – 30.000 hectáreas de remolacha tan necesarias para nuestra Comunidad.

 

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