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El Copa Cogeca prevé un aumento de las cosechas de cereales y oleaginosas en Europa

Estas buenas cifras no se reflejarán necesariamente en el resultado final para los agricultores por al aumento de los costes de producción

Tras un año complicado el pasado 2020 en toda Europa, el Copa Cogeca pronostica mejores resultados para la cosecha 2021. En el caso de los cereales, el total de la UE-27 la producción debería estar aproximadamente un 3,8% por encima del promedio de 5 años con alrededor de 292,45 millones de toneladas, mientras que, para las semillas oleaginosas, la producción de la UE podría alcanzar el umbral de 30 millones de toneladas, 1,6% por encima del promedio de 5 años.

En su primera previsión publicada, el Copa Cogeca prevén que la cosecha de cereales de la EU-27 aumente en 1,6% (292,42 millones de toneladas) como resultado del aumento de las plantaciones (52,10 millones de hectáreas + 0,7%) y mejores perspectivas de rendimiento que en 2020.

En el caso del trigo, el inicio de la cosecha se retrasará más de una semana debido a las bajas temperaturas primaverales y al exceso de humedad de las últimas semanas, que han retrasado el desarrollo de las plantas. La cosecha de trigo blando podría alcanzar los 130 millones de toneladas (+ 7%).

Mientras se espera que la producción de cereales de primavera disminuya (-5,4% para la cebada, -4,9% para la avena, -4% para centeno y -0,8% para maíz) debido a menores plantaciones compensadas por un aumento en la superficie total de trigo (+ 4,7%).

Jean-François Isambert, presidente del Grupo de trabajo sobre cereales, comentó: «Esta perspectiva positiva para los cereales debe permitir la reposición de las existencias finales de la EU-27 para 2021/2022”. Según Isambert, estas buenas cifras no se reflejarán necesariamente en el resultado final para los agricultores porque nos enfrentamos al aumento costes de producción. «De hecho, el precio de los fertilizantes es más alto en Europa que en el resto del mundo debido a la protección mediante derechos de aduana y medidas antidumping que cuestan a los agricultores europeos 1.600 millones de euros al año. Si a esto se sumaran los mecanismos de ajuste de la frontera del carbono, el precio de los fertilizantes se dispararía, aumentando aún más el costo de la producción agrícola en Europa, al tiempo que haría el uso de alimentos importados más competitivo y atractivo”, señaló.

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